El verano es el momento perfecto para renovar su hogar con toques de luz y aire que hacen que cada habitación parezca más luminosa, fresca y acogedora. Con unas pocas y sencillas actualizaciones, puedes crear un look de temporada fresco y funcional.

Empieza por cambiar los tejidos pesados por materiales ligeros y transpirables. Sustituye las cortinas oscuras por paneles transparentes o de lino para que entre más luz natural, y considera la posibilidad de cambiar las mantas gruesas o las fundas de cojín oscuras por alternativas de algodón o tonos claros. Estos pequeños cambios hacen que cualquier habitación parezca más ventilada y abierta.

El color también desempeña un papel importante a la hora de crear un ambiente veraniego. Incorpora neutros suaves, blancos y toques de tonos fríos como el azul cielo, el verde marino o el amarillo pálido. Estas tonalidades ayudan a reflejar la luz y aportan un ambiente tranquilo y refrescante a tu espacio.

Las alfombras también pueden actualizarse para la temporada. Considera la posibilidad de desenrollar las alfombras de lana o de pelo rizado y sustituirlas por otras de yute, hierba marina o tejido plano, que aportan un toque desenfadado y desenfadado. Estos materiales también combinan a la perfección con tonos de madera natural y muebles tejidos.

Llevar la naturaleza al interior es otra forma sencilla de disfrutar de la estación. Añade unas cuantas plantas en maceta o flores recién cortadas. No solo son bonitas, sino que ayudan a purificar el aire.

Por último, mantenga las superficies ordenadas. Un hogar limpio y despejado resulta más relajado y preparado para el verano.

Con unos sencillos cambios, puedes convertir tu casa en un refugio veraniego luminoso y refrescante.